Ver es Conocer
EL CUERPO HUMANO COMO NUNCA LO HABÍAS VISTO
El estudio de la anatomía humana ha funcionado siempre bajo el principio básico de: ver es conocer. Este mismo principio fue el que llevó a egipcios, griegos, romanos y culturas islámicas a un entendimiento progresivo más científico del cuerpo humano. Disecciones públicas realizadas durante el renacimiento profundizaron esta comprensión, fundando los orígenes para nuestras modernas instituciones médicas y para esta exposición.
Siguiendo este mismo principio: ver es conocer – Bodies…The exhibition utiliza especimenes humanos diseccionados para proporcionarnos un manual visual de nuestro propio cuerpo.
Todos los especimenes de esta exposición han sido tratados con toda la dignidad y respeto que se merecen.
Nuestros organismos están caracterizados por una complejidad y una asombrosa naturaleza ciertamente mucho más complicadas que las de todos los ordenadores y artilugios que nos rodean en la actualidad; y aún así, muchos de nosotros ignoramos realmente lo que se esconde bajo nuestro piel: el funcionamiento de nuestros cuerpos, lo que necesitan para sobrevivir, lo que los destruye, lo que los hace revivir.
BODIES…THE EXHIBITION constituye un esfuerzo por poner remedio a este desafortunado conjunto de circunstancias. Aproveche los conocimientos que ha adquirido gracias a esta exposición, amplíelos y úselos para convertirse en un partícipe bien informado del propio cuidado de su salud. Esto requiere más que una mejora de su dieta o que el inicio de un extenso programa de ejercicio físico que debería haber comenzado hace tiempo; implica colaborar con su médico en la comprensión de lo que usted y su organismo único necesitan para mantener una vida plena y gratificante.
A continuación más información y video…
La exposición se divide en nueve galerías:
Sistema Esquelético
Los huesos del esqueleto comprenden la estructura interna que soporta el cuerpo.
El cuerpo humano está compuesto por diversos tipos de huesos: huesos largos (brazos, antebrazos, muslos, y piernas); huesos planos (esternón, escápula, y cráneo); huesos cortos (muñecas y tobillos); huesos irregulares (vértebras) y huesos sesamoideos (rótula). sistema muscular Los músculos dotan al cuerpo de gran parte de su forma característica y generan calor para ayudarle a mantener su temperatura óptima. Cuando un músculo se contrae se acorta, acercando los huesos, causando el movimiento de la articulación que cruza. Por ejemplo, el músculo bíceps braquial del brazo cruza las articulaciones del hombro y el codo. Su contracción puede provocar el movimiento de una de estas articulaciones o de ambas.
Sistema Nervioso
El cerebro y la médula espinal componen el sistema nervioso central (SNC). Todos los nervios que parten la médula espinal se conocen como el sistema nervioso periférico (SNP). Juntos, estos sistemas controlan y gestionan todas las actividades del cuerpo. Los innumerables nervios del SNP envían continuamente información desde el cuerpo, a través de los nervios sensoriales, al SNC, que procesa esa información y envía la respuesta apropiada, a través de los nervios motores, de vuelta a los músculos esqueléticos voluntarios. El sistema nervioso autónomo, una división del SNP, controla las actividades involuntarias del cuerpo tales como el latido del corazón. sistema digestivo. La longitud del tubo digestivo ilustra la importancia de nuestros sistemas digestivos. Con más de 7,6 metros de longitud, nuestro tubo digestivo transforma los alimentos que ingerimos en el combustible que necesita nuestro cuerpo. Una vez transformado, se absorbe a través de las paredes del tubo y es transportado por el torrente sanguíneo a través del cuerpo para alcanzar y nutrir a las células que llevan a cabo todas las funciones vitales del mismo.
Sistema Respiratorio
Los pulmones se asemejan a una esponja blanda que se expande con cada respiración. Al inhalar, el aire entra en los pulmones, llenando los trescientos millones o más de alveolos (bolsas de aire) situados en los extremos de las vías aéreas. En los alveolos, el oxígeno del aire exterior es absorbido hacia el interior del cuerpo y se produce el intercambio por dióxido de carbono, que posteriormente se exhala. El oxígeno absorbido es transportado entonces por la sangre a cada una de las células del cuerpo.
Sistema Circulatorio
El sistema circulatorio está formado por el corazón y miles de kilómetros de vasos sanguíneos. Uno de los más largos de éstos, la aorta y sus ramificaciones, suministra sangre oxigenada a todas las partes del cuerpo. Dos arterias mayores situadas una a cada lado del cuello (las arterias carótidas comunes derecha e izquierda) abastecen al cerebro. Estas son las arterias que se presionan al tomar el pulso.
Sistema Reproductor
Los ovarios producen la célula sexual femenina, el óvulo; los testículos producen la célula sexual masculina, el espermatozoide. Cuando se unen espermatozoide y óvulo tiene lugar un proceso conocido como fertilización.
Sistema Urinario
Este sistema incluye los uréteres, la vejiga, la uretra, y los órganos principales del sistema: dos riñones. Los riñones se encuentran en el interior de la cavidad abdominal, donde están ligeramente desequilibrados debido a la ubicación del hígado. Producen la orina, el fluido a través del cual el cuerpo elimina el material residual nocivo, que se almacena entonces en la vejiga hasta su eliminación a través de la uretra. La vejiga urinaria, rodeada
de los huesos pélvicos, puede almacenar más de 600 mililitros de orina antes de necesitar ser vaciada.
Sistema Integumentario
La piel y sus anejos principales, las glándulas sudoríparas, el cabello y las uñas, constituyen el sistema integumentario. La piel es el órgano más grande y pesado del cuerpo. Funciona de muy diversas maneras: como receptor sensorial, como protección de los tejidos situados bajo la misma, y como regulador de la temperatura corporal. Además, la piel contiene una serie de protuberancias determinadas genéticamente que son responsables de nuestras huellas dactilares.